Piratas del Caribe. La crítica del filme de Sofía Trigal

Piratas del Caribe, el fin del mundo

Tras la desaparición (y supuesta muerte) de Jack, el capitán Barbosa será el encargado de dirigir el barco que irá en su búsqueda hasta el fin del mundo. Para ello, acudirán a Sao Fena, líder pirata de Singapur. Como éste no les brinda ayuda, y son continuamente emboscados por Lord Cutler Beckett (quien controla a Davy Jones y a su tripulación), con la ayuda de Barbosa llegan al fin del mundo y entran en la tierra de Davy Jones. Allí está Jack comenzando una temible locura y desesperado con la Perla Negra.

Sin embargo, gracias a Tía Dalma consigue sacar a flote el Perla, en el mismo momento en el que Barbosa y Elizabeth Swann llegan con toda la tripulación y el barco destrozado. Jack encontrará la manera de hacerles volver al mundo de los vivos. Diferentes tratos, acuerdos y traiciones tienen a Will Turner, Jack Sparrow y a Elizabeth Swann combatiendo en diferentes bandos. Lord Cutre Beckett, Norrington y Davy Jones establecen otra alianza para acabar con la piratería: atacar con toda la flota a los piratas de la asamblea, quienes no saben lo que se les viene encima.

Cada protagonista tiene diferentes motivaciones. Will quiere liberar a su padre de su servicio en el Holandés errante, a la par que Jack planea escaparse de nuevo de Davy Jones y saldar su deuda; Norrington duda sobre qué bando debe escoger, Elizabeth se encuentra próxima a un ascenso a capitana del barco de Sao Feng, al morir éste. En la asamblea, se decide liberar a la diosa Calipso, para que sea ella quien se ocupe de los mares, y se descubre que ella era la amada de Jones, por lo que arrancó su corazón. Frente a frente, la Perla y el resto de naves piratas por un bando, y los buques de la corona y el Holandés errante por el otro.

En la última batalla entre Jack y Davy Jones, Jack roba su corazón y pronto Will y Elizabeth se le unen y se casan en plena batalla actuando como juez el Capitán Barbosa. Jack recuerda que quien apuñale el corazón tomará el cargo de capitán de El Holandés, con todo lo que ello implica. Davy Jones consigue matar a Will, pero el padre de Will y Jack le pasan el corazón de Jones, y con sus últimas fuerzas lo apuñala. El padre de Will le extirpa el corazón metiéndolo en el cofre, a la par que Jones muere y cae al remolino creado por Calipso. Entre El Holandés (ahora al mando de Will) y la Perla, el barco de Lord Beckett queda destruido y éste muerto.

Tras la batalla, Will está en una isla con Elizabeth, a la que da el cofre con su corazón, estando Will impedido de volver a tierra en diez años. Barbosa hurta la Perla Negra, mientras Jack está en tierra, pero muy inteligente éste, había arrancado el mapa que le muestra el lugar donde quiera ir y decide embarcarse en nuevas aventuras. Donde queda la duda, si ya obtuvo el agua de la vida o no, pues la brújula apuntaba hacia un lado y luego hacia otro. Luego de los créditos, se puede ver una escena que transcurre 10 años después, en la que aparecen Elizabeth y el hijo de ésta y de Will, esperando en la playa a que Will regrese. Cuando lo hace surge de la misma luz verde con la que se le vio partir.

Tal y como le dice Calipso a Davy Jones, si el capitán de El Holandés cumplía el cometido de acompañar a los muertos durante los 10 años y al volver tenía a una persona amada esperándole, se vería liberado de su obligación en El Holandés. Por este motivo, cuando Will regresa lo hace como un mortal de nuevo y sin la obligación de capitanear El Holandés Errante.
Sofía Trigal.

No hay comentarios.: