La memoria en Argentina: el final de las leyes de impunidad en 2005. Una reflexión de Alejandra Cruz

El concepto del bien y el mal no existe, somos nosotros los seres humanos quienes los definimos con nuestros actos. Según parece, las personas no aprendimos a respetar los derechos de los otros. Es por esto que los castigos sirven para disuadir a aquellos que estén en falta. Pero, ¿qué ocurre cuando los castigos no son aplicados de la forma y en el tiempo debidos?

Está comprobado en los niños que la falta de límites es una de las peores formas de educación, junto con la represión. Entonces, ¿qué ocurre en un país sin castigos? Se convierte también en un país sin leyes o como ocurre, con leyes que son constantemente modificadas sólo para contentar a las masas momentáneamente. El problema es que nadie considera las consecuencias a futuro.

Ya no se trata de modificar sino de reforzar. De cambiar la mentalidad de generaciones. Ver que todos los días no se cumplen las leyes, inclusive, aquellas que nadie estipuló pero que todos sabemos que existen, fue generando una tendencia a la individualidad. Lo que de alguna manera impide el progreso. Es también este pensamiento individualista lo que provoca que cada uno considere solamente sus problemas, ignorando que se relacionan con otros, o con toda una estructura de sistema que habría que cambiar.

Tal vez, todos nosotros deberíamos investigar la verdad, desde todos sus puntos de vista, desde el comienzo y recién en ese momento elaborar soluciones a nuestros problemas.
Alejandra Cruz.

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