¡Desde el Taller decimos que los lápices no se rompen!

En la madrugada del 16 de septiembre de 1976, entre las 0030 y las 0500 horas, fueron secuestrados en la Ciudad de La Plata los estudiantes secundarios Claudia Falcone, María Clara Ciocchini, Claudio de Acha, Daniel Racero, Horacio Ungaro y Francisco López Muntaner.
Tenían entre 16 y 18 años, con la ternura de la infancia en el rostro y la utopía de la adolescencia en el alma. Estaba en marcha un abominable plan de eliminación de centenares de adolescentes “subversivos”, en el marco de la desaparición física de 30.000 personas durante la última dictadura militar.
Pablo Díaz, secuestrado unos días después, permaneció en las sombras junto a otros estudiantes, como Víctor Treviño, Walter Docters, Néstor Silva, su novia “la negrita” y José María Schunk. El relato de Pablo, uno de los únicos sobrevivientes de la “Noche de los Lápices”, se dió a conocer durante el Juicio a las Juntas, en 1985.
Claudio Morales.


Cuando escucho sobre "La Noche de los Lápices", inmediatamente me viene al pensamiento el sentimiento de la indignación, ya que estos alumnos luchaban por un derecho que se considera justo. Pero, este sentimiento aumenta al escuchar el final de la historia, ya que me parece que es una injusticia que durante esa época la gente que estaba en el poder decidiera sobre la vida
ajena y menos cuando estos reclamaban por sus derechos.
Micaela Del Gaudio.

Queremos valorar y honrar la memoria de los que hoy ya no están y de los que están, y que en ese momento tuvieron que padecer esa represión luchando por una noble y justa causa.
Pablo Ezequiel Lavandeira.

Mi pensamiento es que dado este hecho muy horrible hay que seguir pidiendo justicia por todos los chicos desaparecidos el 16 de septiembre de 1976.
Yamila Romero.

Bestias, trastornados, alienados, adosados a lo que de muerte puede haber en un cuerpo, no causan más que muerte, más que dolor, más que humillaciones, vejaciones. Estos pobres tipos, sin alma, sin deseo, de puro goce caprichoso, aniquiladores de psiquísmos, de almas, pueden encontrarse en todo momento en cualquier lado.
Gustavo Quezada.

Es claramente ineludible la relevancia de un boleto estudiantil cuando estamos en la pelea por una educación pública y popular, un boleto estudiantil que garantice el acceso de todo el pueblo a la educación, no admitimos exclusión ni distinción alguna en el otorgamiento, ni caminos burocráticos que terminen impidiéndonos el pleno ejercicio de este derecho. ¡Se exige que se nos garantice nuestro derecho a estudiar!
Joaquín Túñez.

La Noche de los Lápices fue un claro ejemplo de la locura que se vivía tras el golpe militar del ´76. Locura, a mi entender, es la mejor forma de calificar este período en el cual perdimos nuestra libertad.
Julián Jamardo.

Lucharon con la palabra, cosa que ahora es muy difícil de ver en nuestro país. Y aunque para nosotros el boleto estudiantil sea algo insignificante, es un derecho que deberíamos defenderlo igual que tantos otros.
Priscilla Dionisi.

Eran sólo chicos que reclamaban uno de sus derechos, estaban proponiendo algo justo.
Denise Fernández.

Disfrutemos de nuestra libertad, no dejemos que nada ni nadie nos quite ese derecho, y
tampoco dejemos que este suceso quede impune, pues, ¿cómo podríamos vivir con ello?
Xavier García Guerra.

Creo que esta trágica noche debería ser más recordada, por lo que significa que jóvenes en plena dictadura alzaran su voz para reclamar por sus derechos y que ésta fuera la causa para que fueran secuestrados, torturados y desaparecidos. También, se debería resaltar el hecho de que chicos en plena adolescencia lucharan con tanta convicción por sus ideales teniendo en cuenta que hoy son pocos los adolescentes que los tienen claros y menos los que arriesgarían sus vidas por defenderlos.
Daniela Rubaldo Tarrab.

16 de Septiembre no es sólo una fecha más del calendario, es el recuerdo y la memoria de todos los estudiantes secundarios.
Federico Rico.

Pensemos que podríamos haber sido cualquiera de nosotros, o bien, nuestros padres o familiares... Ellos no tuvieron la oportunidad de conocer la vida, de ser padres y madres...
Romina Bustamante.

Todos estos encapuchados no tenían piedad. Torturaban, maltrataban, todo sin un poco de vergüenza.
Sofia Trigal.

Fue brutal. Fue injusto. Fue una excusa, como sucede en todos los hechos violentos. La Noche de los Lápices es otro ejemplo más de la represión vivida durante la última dictadura militar. ¿Por qué ocurrió? Porque no se permitían los reclamos que pedían por una vida más justa y digna, porque se habían degenerado los conceptos de justicia y libertad, y porque la oposición que permite la democracia había sido anulada. La lucha por el boleto estudiantil que los jóvenes llevaban como bandera no fue el único ni principal detonante: todos ellos participaban de grupos políticos, y cualquier manifestación era interpretada por los dinosaurios como una amenaza.
Vanesa Ocampo.

A 31 años recordamos la masacre de aquel día, en la que los milicos secuestraron, torturaron y mataron a alumnos que reclamaban un boleto estudiantil en la ciudad de La Plata. Hoy, como todos los días, los recordamos.
Magalí Salgado.

Intento buscar una explicación a un hecho aberrante de nuestro pasado, denominado “la noche de los lápices”. Pero creo que no podré hacerlo.
Nadia Boscaro.

Chicos de mi edad estaban exigiendo algo tan sencillo como lo que fue, que el boleto sea más accesible para los estudiantes y que favoreciera la educación.
Lucía Di Matteo.

Testimonios de estudiantes sobrevivientes, como Pablo Díaz, nos enseñan que el mayor error que podemos cometer hoy en día, es olvidar, ya que si lo hacemos podemos volver a sufrir lo mismo, lo mismo por lo que pasaron aquellos jóvenes estudiantes. 30.000 no es una cifra, sino hombres, mujeres y niños a los que se les privaron la oportunidad de vivir.
Damián González.

Disfrutemos de nuestra libertad, no dejemos que nada ni nadie nos quite ese derecho, y tampoco dejemos que este suceso quede impune, pues, ¿cómo podríamos vivir con ello?
Xavier García Guerra.

A modo de conclusión, "tómala vos, dámela a mí" decían por ese entonces, hagamos de este un día distinto, un día de memoria, de rememoración a compañeros que dejaron la vida en una lucha estudiantil, que aún hoy sigue abierta.
Caty Antognini.

A 31 años del horror, debemos seguir honrando la memoria de aquellos estudiantes que pelearon por lo que les pertenecía, en una causa justa. La Noche de los Lápices nos enseña que hay que mantener latente en nuestras mentes, la frase "Nunca más", para evitar que la historia se repita.
Damián González.

Es muy difícil expresar con palabras todo lo que se siente y se piensa, cuando se ven y escuchan este tipo de situaciones tan horrorosas. Se podría decir que nos da bronca, odio, tristeza… sí, se podría pero con decir no alcanza, las palabras no solucionan los problemas.
Micaela Costilla.

Eran subversivos para los militares. Eran considerados subversivos todas aquellas personas que realizaban actividades que podían considerarse sospechosas o que ponían en dificultades la instauración de un orden.
Daiana Romero.

Fue uno de los tantos actos injustificados durante la última dictadura militar, en la que se violaron los derechos humanos. Lo sucedido con estos estudiantes nos deja como reflexión que tenemos que disfrutar de la libertad viviendo en democracia y haciendo respetar nuestros derechos.
Lucía Singh.

16 de septiembre de 1976. ¡Qué noche trágica! Digo trágica porque nos robaban a siete chicos. Para mí no es una fecha cualquiera, es una fecha angustiante. Quizás por sentirlos tan parecidos a nosotros y ver cuán diferente fue su vida a la nuestra. Uno a veces no logra tomar conciencia de lo que es vivir en democracia. Simplemente vive. Pero hay que recordar a esos chicos y a otros tantos que por desgracia ya no están. Porque hay 30.000 razones para mantener viva la llama de la memoria. Y ese es nuestro trabajo.
Magdalena Arévalo.

Es verdaderamente triste ya que muchos chicos sufrieron torturas, castigos, fríos y en la mayoría de los casos, su desaparición física.
Andrés Hernández.

Producción: El Taller de Periodismo del Colegio nº19 y el colectivo multimedia cultural-educativo juvenil Grupo Pasteur.

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