Los docentes dicen NO a la última dictadura. La reflexión de la profesora Apicella

Cuando me disponía a dar mi clase modelo (así llamábamos en mi época a la última clase de metodología y práctica de la enseñanza), sobre la revolución francesa, el profesor de metodología me advirtió en la puerta del aula: “profesora, no hace falta que le recuerde que la palabra revolución no se puede decir en clase”. Corría el año 1981.

30 años del golpe de Estado de 1976 siento que la sociedad argentina empieza a llamar las cosas por su nombre. El Estado hoy, en lo que entiendo es un alentador e histórico recupere de la institucionalidad, habla de terrorismo de Estado. Lo reconoce en su siniestro plan de exterminio -secuestro, tortura y desaparición de 30 mil militantes opositores, luchadores sociales-.

Se denunció el “terrorismo económico” en la figura de Martínez de Hoz y su plan de destrucción de las fuerzas productivas nacionales que sumieron en la miseria y marginalidad (nunca antes vista en nuestro país) a miles de argentinos y cuyas consecuencias hasta hoy padecemos.

Sabemos que frente a la protesta popular, la dictadura jugó su última aventura para evitar la caída y nos embarcó en una guerra descabellada, mandando a morir a cientos de jóvenes.

Sabemos del papel protagónico de los Estados Unidos en la instalación y sostén de las dictaduras en América Latina en el marco de la Doctrina de la Seguridad Nacional.

Sabemos de la variada y compleja trama de complicidades: gran parte de las fuerzas políticas, los grupos de poder económico, la Iglesia -en especial, los medios de comunicación social y el grueso de la población-.

Y sabemos también, al decir por Pilar Calveiro, que aún el poder más totalizador deja resquicios, grietas, desde donde se puede resistir.

En esas grietas puedo ver a los organismos de derechos humanos, especialmente a las Madres y las Abuelas, que en las oscuras noches de la dictadura salieron a construir un camino de verdad y justicia. Veo anónimos que se aglutinan, acompañan. También, veo voluntades políticas materializadas en actos que van sumando más y más gente.

Derogación de la ley de autoamnistía. Creación de la CONADEP. Informe Nunca Más. Juicio a las Juntas. Causas abiertas en España, Francia, Italia, Alemania, Suecia. Juicios por la Verdad. Nulidad de leyes de Punto Final y Obediencia Debida. Recuperación de la ESMA. Discurso del Presidente de la Nación, Néstor Kirchner, en el Liceo Militar el 24 de marzo del año pasado. Acto multitudinario en Plaza de Mayo. Actos en todo el país y en países hermanos al cumplirse los 30 años del golpe del 24 de marzo de 1976.

Ahora, que todo el que quiere saber, sabe, podremos -tal vez- procesar el horror para estar muy atentos al peligro que significa que una sociedad no llame a las cosas por su nombre.
Prof. Claudia Apicella.

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