...Y Los Lápices ya no están. Vanesa Ocampo, el recuerdo de La Noche de los Lápices.

Fue brutal. Fue injusto. Fue una excusa, como sucede en todos los hechos violentos. La Noche de los Lápices es otro ejemplo más de la represión vivida durante la última dictadura militar.

¿Por qué ocurrió? Porque no se permitían los reclamos que pedían por una vida más justa y digna, porque se habían degenerado los conceptos de justicia y libertad y porque la oposición que permite la democracia había sido anulada.

La lucha por el boleto estudiantil que los jóvenes llevaban como bandera no fue el único ni principal detonante: todos ellos participaban de grupos políticos, y cualquier manifestación era interpretada por los dinosaurios como una amenaza. ¿Cuán grave fueron los pedidos que simples estudiantes idealistas exigían al gobierno de facto? Lo suficiente como para secuestrarlos clandestinamente, torturarlos despiadadamente y matarlos a su antojo.

Las consignas a 30 años de la vergüenza que inspira la dictadura del ’76 son resaltar que nunca más seamos víctimas de ellos y que, con el fin de lograrlo, asignemos un mayor valor a la memoria. Pero cabe destacar que el recuerdo de esos hechos debe servir no sólo para admirar a quienes luchaban por los derechos perdidos, sino también para analizar si no nos estamos quedando dormidos al no reclamar por derechos en desuso durante gobiernos democráticos.
Ser concientes del pasado nos permite mayor claridad para obrar en el día a día, y es por eso que a 30 años no vamos ni a callar ni a dejar de escuchar.

Vanesa Ocampo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Gran redacción de una gran persona, me alegro que siga defendiendo sus ideales y sus convicciones a lo largo del tiempo y que con el don de la lectura y la investigación , innatos en ella, su pluma se tiña cada vez mas rigor histórico.Te felicito Vane.Quizás con el tiempo tengamos una escritora más de la cual enorgullecernos como argentinos.

un beso grande.

Fe/de.