Era justo y limpio, el movimiento que miles de alumnos de todo el país, centrados en la ciudad de La plata llevaban. El boleto estudiantil era muy necesitado, más aún que ahora.
Pero, para el gobierno de turno, no sólo no era necesario el boleto sino que también los chicos que por “subversivos” debían desaparecer. La lucha continuó y el boleto se consiguió.
Queremos valorar y honrar la memoria de los que hoy ya no están y de los que están, y que en ese momento tuvieron que padecer esa represión luchando por una noble y justa causa.
Pablo Ezequiel Lavandeira Starópoli.
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