El 2 de abril de 1982, Leopoldo Fortunato Galtieri, ordenó tomar la capital del archipiélago gobernado por el Reino Unido e izar la bandera argentina. Siguiendo sus órdenes, miles de militares en su mayor parte jóvenes, desembarcaron en las islas Malvinas con la excusa de luchar por su patria; a nadie le importó si realmente estaban preparados para dicho combate en todo aspecto.
Pese a esto lucharon, pero lamentablemente más de 650 combatientes murieron y hubo más de 1000 heridos. Todo esto gracias, básicamente, a una decisión absurda de un gobierno militar, determinación que en realidad ayudaba a ocultar la deteriorada administración que el régimen venía llevando.
Alejandra Cipolla Bäumler.
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