A 30 Años: la reflexión de Joaquín Túñez sobre la memoria del Nunca Más

Este año se cumplen los 30 aniversario del último golpe de Estado, realizado el 24 de marzo de 1976, en donde las Fuerzas Armadas tomaron el poder por vías no constitucionales con la excusa de “imponer el orden en una Argentina descontrolada y subversiva”. Con este fin las juntas militares que presidieron al país a lo largo de 7 penosos años de constante quiebre de las garantías constitucionales y los derechos humanos, se embarcaron en la etapa más oscura de la historia argentina.

En ella podemos encontrar numerosos gobiernos de facto, pero lo que diferencia a éste de los demás es la profundidad que alcanzó, a nivel económico, con un proyecto neoliberal de sistema que se propuso terminar con la inflación, pero sólo logró quintuplicar la deuda externa, destruir nuestra industria y perpetuarnos en el modelo que más convenía a los amigos del Norte.

En lo político, con la supresión, censura y aniquilación en el sentido más literal de toda suerte de oposición y/o ideología, que atentara contra el modelo golpista; sus consecuencias se encuentran reflejadas en las conductas actuales producto de las secuelas del “no te metás”, “algo habrá hecho” y la política como mala palabra.

En lo social, logró imponer la premisa de “silencio es salud” en su profundo significado derrumbando así el crecimiento cultural y educativo de varias generaciones con el fin de implementar este nefasto modelo de país.

En fin, diversas consecuencias que aún hoy en día siguen acrecentando la dificultad de poder progresar como país. Como herramienta para la implementación de estas políticas, se estatizó y masificó dado que ya se venía produciendo en democracia a manos de la Triple A, la desaparición forzada de personas. Instrumento por el cual se encargaron de eliminar a toda una generación de periodistas, estudiantes, obreros, abogados, políticos y muchos otros que claramente no cuadraban en los ejes trazados y, sin los cuales, los militares buscaron perpetuarse en el poder y aplicar sus ideas.

La Memoria

Quizás la enseñanza más importante que nos dejaron estos terribles años fue, junto con el valor de las instituciones democráticas, el de la memoria.

La memoria como verbo, no sólo como el simple recuerdo de una terrible época pasada sino entender que hacer memoria es estar activos, es saber que formamos parte y eso también es una responsabilidad. No somos ciudadanos democráticos sólo poniendo un voto en una urna, debemos participar, formar parte para que nunca más un gobierno que suprima los derechos y garantías de las personas dirija nuestro país. Para que nunca más desaparezcan personas por pensar distinto, para que podamos estar orgullosos de que construimos un país con el sudor de todos y no con su sangre…

Hoy por hoy sabemos que si bien hay muchísimas cosas que cambiar, es desde la democracia y el respeto mutuo desde donde podemos cambiarlas, sabemos que nunca será desde una dictadura.

Memoria es pelear por los derechos que hoy gozamos y por todos los que aún no nos han sido reconocidos, pelear por la DEMOCRACIA!

Joaquín Túñez.

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