Iluminados por el fuego. La crítica de Francisco Esquerra

Iluminados por el Fuego, film de Tristan Bauer

La película se sitúa en la actualidad, mostrando flashbacks del pasado sobre las vivencias de un ex combatiente de Malvinas, Esteban Leguizamón, interpretado por Gastón Pauls, quien es enviado como soldado conscripto a combatir.

A partir del intento de suicidio de uno de sus ex compañeros, Esteban se vuelve a encontrar con los fantasmas de la guerra, recordando el maltrato de los superiores, como se lo muestra con los estacamientos surgiendo la duda de quien era el enemigo, el hambre, el frío, los horrores de toda guerra, y la relación con sus dos compañeros de trinchera. Luego de ayudar a la esposa de su amigo, descubriendo lo difícil que había sido para este seguir una vida normal y los percances que tuvo con la mujer. Decide, finalmente, viajar a Malvinas y cerrar una historia haciendo honor a sus dos amigos, dándole a la película un final emotivo, muy bien realizado, que destaca todo lo sucedido en la hora anterior del film.

Las escenas de guerra están bien filmadas, resaltan con exactitud el caos de la batalla, el clima de locura se recreó muy bien los efectos también se destacan, la musicalización es muy buena, salvo en una escena que las imágenes ya son muy fuertes como para aturdir con los violines.

La película es un drama, pero sobre hechos reales, sobre una guerra que no debe olvidarse, no esperar ver una película bélica, ya que las escenas de guerra giran entorno a lo vivido por un par de soldados para el final de la guerra; igualmente tiene un buen ritmo, en casi dos horas de filmación.

Francisco Esquerra.