El Taller de Periodismo contra la Discriminación, la reflexión de Luz Gutiérrez (2008)


La Discriminación Es separar o diferenciar a las personas según su condición social, religión, sexo, raza, de cultura, edad, y darle un trato inferior por ser diferentes a nosotros mismos. En todos los casos se denigra al otro.

La discriminación es una de las formas más común de la violencia y se puede efectuar verbalmente, con miradas, etc, que finalmente llevan a una agresión superior que puede ser física o psíquica.


El discriminado es dañado sentimentalmente y, en la mayoría de los casos está quebrada y ve como verdaderas los motivos que supuestamente lo hacen inferior logrando el discriminador su objetivo.


Generalmente una persona se convierte en discriminadora cuando su egoísmo, amor propio o vanidad se hacen creer que es superar a otros y, simplemente porque cree tener la razón y única verdad, y no admite alguna crítica.


Además, generalmente el discriminado discrimina porque ya había sido discriminado antes. Un poderoso influyente en la discriminación masiva son los medios de comunicación, como por ejemplo, algunos programas que denigran al ser humano y fomentan el consumismo global.


En mi consideración, no veo que la escuela contribuya con respecto a la educación ante la discriminación.


Me parecería interesante que en ésta se pueda hacer hincapié en temas humanísticos y de convivencia para tener el día de mañana una escuela en la cual todos podamos vivir armónicamente.


Se podrían realizar talleres especiales sobre temas determinados y charlas en las tutorías, ya que la educación no sólo empieza por casa, sino también por la sociedad que rodea al individuo. Para favorecer esto se debe estimular al alumno a la integración y enseñar a vivir en Tolerancia y
Respeto mutuo por las diferencias.


La base sería comenzar a reconocer las igualdades dentro de las diferencias, como por ejemplo, reconocer el valor de las personas a pesar de sus diferentes gustos, ideas y sentimientos. Esto se logra a través de la concientización y el compromiso de TODOS (grandes, chicos y ancianos).


Mi experiencia en este tema es que muchas veces fui discriminada.
Una de las veces que, tal vez, me marcó en mi paso por la escuela fue cuando me empezaban a molestar por mi problema motriz en mi mano derecha y me marcaban con apodos como “manito”, que no se atrevían a decírmelo en la cara pero sí a mis espaldas, y eso fue lo que más me molestó. Me dolió saber que personas que nunca me hubiera imaginado, eran personas falsas y después de decir esas cosas sobre mí, decían “pero igual todo bien con ella, yo la respeto”. Y la verdad si me llamaban así, es obvio que el respeto sólo estaba en su imaginación.

Para salir de esto yo no busqué ayuda en nadie, porque siempre me valoré como persona a pesar de lo que pudieran pensar los demás y esas personas las supe perdonar, y en este momento no les guardo ningún rencor ni nada a pesar que ni siquiera me pidieron perdón.

En mi caso, siento que, a veces, discrimino sin darme demasiada cuenta en el momento, pero me siento a reflexionar casi siempre sobre estos temas para poder ser un poquito mejor cada día y trato de no hacerlo más, pero a veces a una le “sale del alma”. Creo que todos estamos discriminando en todo momento.

Luz Desireé Gutiérrez.

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